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Cómo llevar dinero al extranjero en mis vacaciones

Cantidad a elegir
€   100
€ 50
€ 600

Duración del crédito

Cantidad solicitada 100 Gastos de gestión 0,58
Importe a devolver
Fecha de vencimiento 01-01-0000 T.A.E. 15%
Ejemplo T.A.E.

Avión de papel con euros

Una de las principales cuestiones que nos planteamos a la hora de afrontar un viaje es la manera en que abonaremos los gastos del viaje una vez estemos en el lugar de destino. Ante esta cuestión existen diversas alternativas dependiendo de nuestra manera habitual de gastar el dinero: en efectivo o mediante tarjeta. En este artículo damos algunas recomendaciones acerca de la mejor manera de disponer dinero en el extranjero.

Tarjeta o efectivo

Llevar dinero en efectivo nos ahorra las comisiones derivadas de sacar dinero en el extranjero, ya que prácticamente todas las entidades bancarias nos cargarán algún extra por usar este servicio, salvo algunos bancos como ING o EVO, en todo caso conviene revisar las condiciones de nuestro banco en este sentido. La contrapartida es que llevar dinero supone un riego considerable con respecto a extravíos o hurtos, por lo que es recomendable estimar un coste diario en gastos corrientes como las comidas o los transportes, e ir tirando de él para evitar sacar dinero de los cajeros y que se nos carguen comisiones.

La otra posibilidad para no llevar mucho dinero encima y evitar las indeseables comisiones es el pago con tarjeta de crédito. Puedes usar este método de pago para abonar los gastos en tiendas, restaurante y hoteles. Este tipo de transacciones no tienen comisiones y además se te cargarán al mes siguiente, con lo que podrás revisar los pagos realizados una vez de vuelta de tu viaje. Hablamos de tarjeta de crédito y no de débito, ya que es la primera la que está aceptada mundialmente como método de pago.

Aunque planifiquemos los costes de nuestro viaje hasta el detalle, podemos encontrarnos con imprevistos que debemos tener cubiertos. Estas eventualidades deben contemplarse en nuestro presupuesto y estar preparados para hacer frente a su pago. Es por ello, que podemos estimar un coste diario en gastos corrientes como las comidas o los transportes, e ir tirando de él para evitar sacar dinero de los cajeros y que se nos carguen comisiones.

Por último no es mala idea llevar una segunda tarjeta de crédito por si se pierde o se rompe la primera. En el caso de viajar con otra persona es recomendable que ella también lleve la suya de manera que nos cubrimos ante la posible pérdido de una de ella, además del habitual consejo acerca de guardar alguna de estas tarjetas en un lugar distinto a los bultos habituales.

La mejor combinación, por tanto, es llevar dinero en efectivo en pequeñas cantidades e ir completando los pagos con cargos a la tarjeta de crédito. De esta manera ahorraremos en comisiones bancarias y minimizaremos las consecuencias ante extravíos y hurtos.

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