Préstamos para empresas 

Aunque parece que estamos empezando a ver la luz al final del túnel, la economía española no está recuperada por completo aún, y esto supone que haya que plantearse opciones nuevas, como los préstamos para empresas para ganar liquidez, tanto en los negocios como en el ámbito privado. Estos créditos urgentes para empresas, pueden ser útiles para un gran número de cosas dentro de la actividad de tu empresa, como por ejemplo invertir en algún elemento esencial para la compañía.

Sin embargo, muchas empresas dudan del momento en que pedirlo y bajo qué condiciones o circunstancias son verdaderamente útiles y eficientes.

Cuando necesite liquidez puntual. Aunque parezca una obviedad, no lo es:

En primer lugar, hay que diferenciar entre lo que debemos considerar falta de liquidez puntual y falta de liquidez persistente:

• Falta de liquidez persistente: En este caso hablamos de un problema grave que consiste en la falta de liquidez constante, es decir, que pese a los esfuerzos, la deuda sigue perdurando en el tiempo y no es tan fácil de pagar en su totalidad.
• Falta de liquidez puntual: Es aquella que se produce, como su propio nombre indica, de forma puntual, como por ejemplo tras un pago inesperado como una avería, un imprevisto o por no haber percibido el dinero que se esperaba en el momento, sino que será recibido más adelante, etc.

Lo primero que debes hacer si quieres pedir un préstamo para empresas es valorar objetivamente en qué situación te encuentras.

Si te sientes identificado con la primera opción, te aconsejamos que antes de pedir cualquier crédito valores si vas a poder devolverlo o sólo vas a conseguir aumentar la deuda y cerrarte puertas dejándolo impagado (entrar en listas de morosidad y que cierren tu línea de crédito no te ayudará en el futuro).

El préstamo tiene que ser una solución, y no otra carga, por lo que es imprescindible que seas sincero contigo mismo y pienses si vas a poder devolverlo o por el contrario, tu deuda va a ir creciendo.

Si te identificas con la segunda opción, te recomendamos acudir a los préstamos para empresas para conseguir liquidez. La diferencia con la situación anterior es que en este caso no existe un problema económico que se pueda agravar con el minipréstamo, sino que se trata de un imprevisto puede ser solucionado gracias a este tipo de créditos.

Por ejemplo, imagina que eres proveedor, tienes mucho trabajo y hay una avería en una máquina que necesitas para tu negocio y tus clientes aún no te han pagado porque acordaste una fecha de cobro posterior y no puedes permitirte parar de trabajar hasta que te paguen. La solución es solicitar un micropréstamo para pagar la reparación de la máquina, lo tienes en tu cuenta en 10 minutos y en 15 o 30 días devuelves el crédito. Más fácil imposible.

En este momento en el que se está apoyando cada vez más a los emprendedores puede que te estés planteando iniciar tu propio negocio. Por supuesto, hay una gran cantidad de factores a tener en cuenta, qué tipo de negocio quieres montar, dónde lo harías, cómo lo llamarías y por supuesto, los costes. Siempre hay que hacer un cálculo de los costes que implican comenzar un negocio, como el alquiler del local, los costes de su mantenimiento (electricidad, agua, Internet…), los de producción, transporte y mano de obra, entre otros.

Por supuesto, la razón de ser de una empresa es ganar dinero, por lo que, teniendo en cuenta todos estos gastos, tienes que calcular el margen de beneficio aproximado que obtendrías.

Lo más probable es que tengas que acudir a un banco para obtener un préstamo de una cantidad considerable. Sin embargo, si ya dispones de la mayoría del capital que necesitas o cuentas con inversores y sólo te falta una pequeña parte del presupuesto, lo mejor que puedes hacer es solicitar un microcrédito. Esto te proporcionará la inyección de liquidez que te hace falta para emprender tu aventura empresarial sin preocupaciones.

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